viernes, 15 de octubre de 2004

casi la una...

Mucho sueño.

Por la mañana, curso de inglés. Cuesta levantarse, cuesta meterse en el metro... pero, una vez allí, la cosa marcha bien. Somos pocos (cuatro chicas y yo), la profesora es agradable. Buen ambiente.
Es divertido.

Después, una hora y media muerta, sin nada que hacer, antes de comer en el trabajo... (Hay por ahí unas cuantas exposiciones que ver: aprovecharé, imagino, para ponerme al día. No es mal plan...)

******

Como imaginaba, el libro de Nicholas Blake es un buen desengrasante. Bien escrito, además. Echaba de menos la sensación de leer algo rápido y amargo, que atrape desde las primeras páginas.

Suena el disco de Massive Attack: instrumental, piezas cortas, brumoso. Para escribir a estas horas viene bien. Para aturdirse (a más volumen, claro, y a otras horas), también.

******

Mañana (hoy... en fin, ya me entienden) es mi aniversario.

Que mi chica no me haya echado de casa después de doce años, que soporte aún las toneladas de papel que invaden cada rincón, no deja de maravillarme.

******

Mañana, además, toca volver al dentista.