jueves, 30 de diciembre de 2004

sueltos...


Peanuts. Segunda entrega de la edición definitiva de Fantagraphics. Posted by Hello


Antes de irme a la cama, que las digestiones desordenadas y los días de compras me tienen el sueño un poco descontrolado, un par de notas.



He terminado hoy de leer el segundo tomo de la reedición que Fantagraphics está haciendo de Peanuts. (Debilidad personal, ya saben; cada vez más.) Independientemente del miedo que me da la noticia de que Planeta pueda estar preparando una versión española (en especial, después de ver la primera entrega de su Rip Kirby, ay), leer este puñado de tiras supone una experiencia extraña. Porque los personajes evolucionan ante nuestros ojos, se van transformando, despacito, pero con paso firme, en los que conocimos, en los que conocemos ahora. Y porque el propio autor evoluciona también, va cambiando poco a poco su manera de dibujar a los críos, pero también su planteamiento a la hora de abordar los gags, e incluso el tipo de historias que cuenta.

En este segundo libro asistimos al entusiasmo de un Charlie Brown que aspira a ser dibujante de tiras cómicas (incomprendido por sus amigos, claro). Asistimos al empeño de una Lucy que es ya la insufrible tocapelotas que todos hemos llegado a amar, a su empeño en contar las estrellas del cielo. Asistimos al descubrimiento, por parte de un Linus aún muy niño, de la manta de seguridad que le acompañará ya durante el resto de la serie. Y asistimos, además, a la llegada a la tira de Pig Pen, tan desastrado y sucio como ingenuo y satisfecho de sí mismo.



Una vez leída la historieta de Chris Ware en The New Yorker, debo decir que me ha parecido un ejercicio de estilo más de un autor que parece obsesionado con los ejercicios de estilo; casi un trabajo de compromiso.



El compañero ÁNGEL, en su blog (o bitácora, o en fin...), hace hoy (bueno, ayer, ya saben) una interesante reflexión en torno a la Historieta. La hace desde dentro, como alguien que se enfrenta a la página. Desde el tablero de dibujo. Y la hace después de mucho pensar; se le nota.

No se la pierdan.