martes, 29 de marzo de 2005

¡Sorpresa!

Nuevo título de Stanislaw Lem, santo patrón de esta bitácora. Esta vez, en la pequeña Editorial Funambulista. Dos textos en la línea de los que aparecieron en Vacío perfecto o Un valor imaginario: críticas de libros ficticios. Recuperar la prosa afilada del maestro polaco ha sido, sin duda, la sorpresa del día...




Por lo demás, he dormido hoy de verdadero asco y me quedan, a estas horas, poquitas ganas de nada. Ni de escribir, ni de leer... ¿Igual va a ser la primavera? Esa cierta desgana...


(En cualquier caso, tengo las pilas puestas: hay que terminar los deberes. Las cosas están claras ya, viñeta arriba o abajo... Cosa de unas horas poniendo orden entre los garabatos y un par de sesiones delante de la pantalla del ordenador...)