lunes, 27 de junio de 2005

peladito


Eso.

Recién llegado de la peluquería, fresquito. (Y con el guapo subido, les advierto.)

Les dejo aquí al lado otro de esos libros que tengo intención de leer este verano. Es de los cortos. Ya les iré poniendo, si acaso, imágenes de los otros. Los gordos. (No sé, reyes monos y tiempos perdidos y Galdós y Baroja y hasta a lo mejor Cansinos...)


Aquí, el bochorno va en aumento. El cielo está sucio de nubes... Yo busco una camiseta, una cualquiera. Preparo la mochila, que me cuenta Lorenzo que me va a pasar unas cosas que tiene, mías, en su casa. Limpio las gafas.

(Y que no se me olvide comentar aquí, por cierto: que esta noche, a eso de las dos, vuelve El ala Oeste de la Casa Blanca. En la 2. No sé si son reposiciones o episodios nuevos... Yo, por si acaso, grabaré y ya les cuento...)

Y, en diez minutos, salgo por la puerta. Lunes. Ya saben...