domingo, 19 de junio de 2005

una baja

Ayer lo leía: Magda cierra su casa por un tiempo. Cosas de trabajo, cosas personales... ya saben. Deja una despedida entrañable y un par de regalitos para los manitas que quieran guapear su blog como ella solía hacer.

No era un espacio que visitara a diario, ya dije hace poco, pero sí uno que me gustaba frecuentar de cuando en cuando. Un sitio cálido en el que uno podía curiosear un rato largo y sentirse cómodo...


Se la echará de menos, señorita. (Yo, de todas formas, no la borro de mi listado de enlaces. Por eso mismo que dice usted: por si acaso vuelve en un tiempito corto.)


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No se hacen idea del calor que está haciendo. (Que no es cosa de temperatura, sólo: también de sensación, de piel pegajosa, de agobio, de atmósfera espesa...)

Y yo, esta tarde, tengo sesión de números y unos cuantos deberes por hacer. (Definitivamente, habrá que recuperar el ventilador de su rincón de camufaje, que no tengo yo trastero y sí un par de rincones más o menos camuflados) Si acabo todo a una hora razonable, ya les contaré algo más...