martes, 1 de noviembre de 2005

noviembre (y clásicos)

Todos los Santos. Amanece gris Ultravox (Viena, ya saben: textura de película de espías). Huele a invierno...

Ayer me volví a casa con unas cuantas joyitas en la mochila. Entre las que no desmerece el pack de la segunda temporada de El ala oeste... pero de eso ya les iré hablando en próximos días. (Semanas, más bien... que, a mi ritmo...)

No, hoy les cuento que el Krazy Kat de Fantagraphics ha llegado al año 1935 (y 1936). Las planchas son, ya, en color. Y si los volúmenes anteriores eran un puro goce visual que uno no se cansaba de tener ahí, bien a mano, para hojear cuando el cuerpo lo pidiera (que venía a ser una vez por semana, como poco), a partir del que tengo aquí al lado, encima de la mesa, es para no creérselo. De verdad...



Y les cuento que ya está en tiendas el Totentanz de Battaglia, editado primorosamente y con un respeto exquisito por Astiberri. Y que es otra cosa de mucho disfrute plástico, que además trae recuerdos lejanos, de cuando uno leía Totem y Bumerang y así, y descubría los mundos de Toppi, de Crepax, de Moebius, de este mismo Battaglia... y se convencía de que los tebeos eran otra cosa, y no lo que se había ido leyendo hasta entonces. (O no únicamente, en cualquier caso.)

Y les cuento que, oh, está como saliendo el sol ahora mismo... Se me asoma por la ventana...


(Hay más cosas en la mochila, y hay más cosas que contarles... Pero ya luego, si acaso. O mañana...)