viernes, 8 de septiembre de 2006

desde la azotea

Dejarse atrapar por el olor de la noche, buscar en el cielo la sombra de los aeroplanos.


Planear un viaje a la luz de la luna llena, quedarse embobado mirando las estrellas antes de decidir destino, saborear un último sorbo de vino tinto.


El París de Eric y Dupin, el Londres del señor Holmes, Viena, Transilvania... O quizá el astropuerto más cercano, pasear por las avenidas de agrietado cemento hasta subir al ferry y, en él, directos a la Estación HAL, a la Luna, a Marte... Vacaciones en Barsoom...

1 comentario:

Mar dijo...

ufff... me dejo atrapar...