domingo, 4 de marzo de 2007

noche de eclipse

Ayer fui a ver la actuación de Les Luthiers con unos amigos. Estuvieron, como era de esperar, elegantes, muy brillantes, dueños del escenario y hasta sobrados. Había una complicidad permanente con el público, y eso se notó.

Después, al salir a la calle, la luna parecía mordida por un lado. Qué sensación extraña... El cielo, sí, estaba precioso, como de cristal. Tras una accidentada peripecia automovilística (la M-30, ese lugar donde los caminos se bifurcan y uno acaba en Córdoba antes de que pueda parpadear dos veces), llegamos a un local pequeño y con sabor. Antes de entrar volvimos a mirar al cielo: la luna parecía entonces su propio fantasma, una sombra sólida, como metálica, una esquirla de plata a un lado...

En el garito, unas cervezas frías justo debajo del altavoz de los bajos: Jam, Planetas, Placebo, gentes enérgicas. Conversaciones fragmentadas, unas cuantas carcajadas, el retumbar contagioso de la música y muchas ganas de dar botes a su ritmo... esas cosas nocturnas que te ayudan a seguir siendo tú.

Buena gente, buena noche.


Y hoy, domingo... sol.

1 comentario:

maria josé dijo...

Yo no pude ver la luna, pero el viernes tengo entradas para ver a Les Luthiers... aunque no tenga nada que ver. Me encantan!
Un beso de domingo.