jueves, 26 de abril de 2007

ventanas húmedas

Lo que venía diciendo: que da gusto salir a la calle después de días acalorados y disfrutar de las ráfagas de lluvia... hasta que uno se harta del agua, claro. Que una cosa es una cosa, y seis media docena...

Pero bueno, a lo que iba. Que la mañana está tristona. Mucho. Pasada por agua.

Yo he estado hojeando a media luz Ha muerto un hombre, de Kris y Étienne Davodeau, que ya les contaba ayer que estaba en mi poder. Me ha dado buena impresión... De nuevo la mirada personal sobre un momento histórico, de nuevo el compromiso... Por alguna razón, me ha recordado un poco el Tierra y libertad de Ken Loach, aunque no tenga nada que ver. Una cuestión emocional, supongo. Confío en poder leerlo despacito este fin de semana y ya les cuento...


He estado escuchando, además, a Chet Baker, un tipo que me descubrió F antes de escapar a las catacumbas parisinas en busca de su particular Eric, un tipo con una voz especial y una manera peculiar, embriagadora, de decir las canciones, de arrastrar las frases. En su colección BDJazz, Éditions Nocturne propone un acercamiento biográfico firmado por el gran Igort, acompañado por dos CDs que seleccionan 38 piezas del repertorio de Chet.

Y ahora, mientras espero la hora de salir para el trabajo, procuro subir un poco el tono muscular con, otra vez, Jonathan Richman: vitamina nuclear.

Buenos días... húmedos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Chet y Jonathan: es que no se priva usted de nada, señor Naranjo ;-)

Besitos de vuelta

fcnaranjo dijo...

¡Bienvenida! Que la echaba ya de menos, señorita...

Anónimo dijo...

El Saló...y la edad... se han cobrado un alto precio ;-)

Besitos again

fcnaranjo dijo...

Pues nada, a mejorarse... ejem...