sábado, 12 de abril de 2008

desfiles

Quizá esto sea una maldad. (Bueno, quizá... Lo es, en definitiva.) Pero, leyendo la noticia de la nueva Ministra de Defensa no he podido reprimir una sonrisa: jovencita, mujer, embarazada y catalana... Los mosqueos cuartelarios deben ser, a estas horas ya, una pura fiesta de bilis.



Y, aunque no venga aquí a cuento ahora, ayer venía leyendo en el tren de vuelta el Desocupado de Trondheim, que es una reflexión divertida sobre el asunto del cansancio, aplicado a la creatividad del historietista, y no pude evitar pensar en su personaje, ese pájaro neurótico en permanente desasosiego, superado siempre por las circunstancias, un personaje con el que uno se encariña enseguida sobre el papel, pero que sería insufrible de tú a tú en la barra de un bar. Y de ahí a cómo resuelve las cosas no el personaje, claro: el autor. Me gusta mucho este tipo de libros suyos, en apariencia improvisados (aunque este está pensado, masticado y mareado). Me gusta el gusto que se le nota por el dibujo, por el placer de dibujar: esa compulsión ordenadita de llenar la viñeta de detalles, de chismitos, un poco en la onda de Aragonés. Y me gustan esas imágenes que se apartan de la narración, de repente un jardín que ha dibujado ahí porque sí, porque le venía bien o porque le quedó bonito, un reloj de pared, una esquina con escaparate y farola.

Por lo demás, el libro se centra en asuntos de enjundia y que dan un poco de miedo, y plantea un panorama ligeramente desolador de la profesión por allá, al otro lado de los Pirineos. Gente triste, gente derrotada después de una carrera en absoluto despreciable. Pero también gente que para nada, gente que sigue disfrutando de su trabajo en cada viñeta. Que al final va a ser eso: gente y gente, cada uno es cada uno; depende de tu propia neurosis que veas pautas donde no hay más que eso: gente. O eso me parece.

Yo se lo aconsejo a ustedes, el libro: Desocupado. Lo edita Astiberri con impecable oficio, como es costumbre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ella defendió, en el Congreso, lo del premio Nacional de Historieta...

O sea: guerrera... lo es.
JC
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