domingo, 13 de abril de 2008

historias


Me ha sorprendido mucho el nuevo libro de Rutu Modan que ha publicado Sinsentido, me ha gustado tanto que no tengo muy claro por qué. Quizá porque son historias, cuentos. Quiero decir... sucedidos, narraciones con aliento dramático y ánimo cotidiano. O quizá porque las imágenes se mueven en registros más libres que en el caso de Metralla, que se ajustaba mucho a los parámetros de la línea clara clasicista.

Lo que sí puedo afirmar sin que quepa lugar a duda es que he disfrutado de su lectura más de lo que esperaba. (Tampoco sé explicar por qué tenía cierta prevención hacia este libro: puede que tenga que ver con que el adelanto que se pudo leer en El Manglar me resultara, entonces, un poco decepcionante. Leída ahora aquella historia, entre las demás de Jamilti, adquiere una entidad, una densidad que no supe ver antes.)

El secreto de Rutu Modan, creo, consiste en ponerse al servicio del cuento que quiere narrar, por eso su grafismo tantea diferentes registros, y va de una resolución casi infantil a la asunción del Loustal más armónico. Sin perderse de vista a sí misma, y esto es importante.

O a lo mejor su secreto es querer contar las historias que ocurren a su alrededor, a sus vecinos, y querer hacerlo como quien narra algo espectacular, como quien hace literatura. Como si nada ocurriera de verdad hasta que alguien lo cuenta.

1 comentario:

Kalashnikov dijo...

¡Lectura recomendabilísima! Me encantan los colores de Rutu Modan.