jueves, 11 de diciembre de 2008

martín again

Leí también el Bitch de Miguel Ángel Martín, un poco por recuperarle el pulso y otro poco porque, hojeado el libro, me pareció atractivo como hacía tiempo que no me lo parecía nada firmado por él. Resulta agradable reencontrarse con el universo de un autor al que conocías bien, comprobar las costuras aún firmes, descubrir nuevos rincones que estaban ya allí y pasaron entonces desapercibidos. El mundo de Martín es sólido y coherente, rigurosamente contemporáneo, insultantemente moderno. Su estilo, amable en lo gráfico y escueto en el discurso, no ha cambiado con los años; si acaso se ha ido estilizando, afianzando. Y en Bitch hay, eso sí, un elemento nuevo, que apenas se apuntaba en obras anteriores: la mirada política. No hablamos de sermones, por supuesto, sino de una pieza más que añadir al engranaje de la historia y a la caracterización de los personajes. El resultado es un trabajo potente y, en algún momento, turbador; dinámico.



Le tenía perdida la pista, pero veo que sigue en forma
Martín. Y no sólo como el autor más deslenguado del país... que también.

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