domingo, 15 de febrero de 2009

ayer fue sábado, me parece


Y vi a F, que estaba de visita. Que no huyó a París ni se ocultó en los submundos de Erik. Que no vive ya en Madriz. F, que estaba ayer radiante: pálida, grande y de negro, con su boca roja y esas gafas oscuras en cinemascope que le sirven de máscara y la hacen más enigma y más diva y más de mentira.

Por lo demás, una tarde que se precipitó despacito hacia un frenético caos de andar por casa.


Por la noche, McSteed y la Señora Peel. Y a la cama.

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