jueves, 27 de mayo de 2010

breviario de trinchera y servilleta

No sé, a ver. A mí me hace muy poquita gracia que me recorten, como empleado público, el sueldo. Es decir, que a partir del mes que viene cobraré menos que el año pasado... o que hace dos años, no sé: nunca me he aclarado del todo bien entre porcentajes, complementos y demás. Me hace poquita gracia, digo, pero entiendo que es una medida que igual tengo que tragarme porque la cosa está fea feísima. Haré la huelga (por motivos casi estéticos, dado que estoy afiliado a uno de los sindicatos que la convocan y además soy miembro del Comité de Empresa en mi centro de trabajo), y haré luego la general cuando toque, porque para entonces se hará contra una reforma laboral que, por lo que uno va barruntando (y el adelanto camuflado que se aplicó a los controladores no es tranquilizador), va a ser brutal. Pero hay una serie de situaciones y declaraciones y actitudes que no acabo de entender y que, en el fondo, me reafirma en esa sensación general de vergüenza ajena que la política (y algunos políticos) de este país me viene generando de un tiempo a esta parte.

Porque, a ver. Que sí, que los recortes y eso son injustos, sesgados e insuficientes. Pero, a ver: si en toda Europa se están aplicando medidas similares, con las particularidades lógicas de cada país (Italia, Portugal, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Irlanda...), igual la cosa no tiene tanto que ver con la ineptitud de nuestro ZP como con la situación internacional, con las presiones de los que de verdad mandan (los mercados, ya saben, esa entelequia siniestra y misteriosa, pero implacable). Y, puestos a reflexionar... ¿se han planteado qué hubiera ocurrido de no haberse aprobado esta mañana en el Parlamento los recortes? Porque a mí me parece que en dos días estaríamos a años luz de Grecia... pero por debajo: en el fondo del pozo más oscuro y cenagoso, empantanados en la absoluta ruina. ¿O no?

Y me ha gustado, esta mañana, que haya sido Duran i Lleida, que al final va a ser el único político sensato que hoy transita los pasillos del Parlamento, el único que haya dicho las cosas con claridad y... pues eso, con sensatez: no se pueden rechazar las medidas del Gobierno, y todavía habrá que aplicar otras tan impopulares, si no más. Pero para el año que viene, toca convocar elecciones. No ahora, como no se cansan de vocear unos y otros (pero nadie se atreve a plantear donde corresponde, claro), como no se cansan de escupir los de la caverna: unas elecciones anticipadas ahora nos llevarían de cabeza al pozo del que hablábamos en el párrafo de arriba... Primero, ZP tendrá que hacer los deberes, dejar el patio más o menos barrido y los marrones más gordos deglutidos. Y después, a ver quién recibe el testigo y cómo. (Y yo, desde mi rinconcito de izquierda aburguesada, querría que fuera alguien tan sensato como Duran i Lleida... pero ya digo que es que no lo veo: miro y miro y no encuentro a nadie a su altura hoy, ni a un lado ni a otro. Y mira que me jode, ¿eh?)


Mientras tanto, desde el PP... a seguir arropando a dementes como Camps, a seguir arrimándose a la derecha más cavernaria y franquista, a seguir con su política de cuanto peor, mejor. Que, con suerte, cuando ganen lo harán por una mayoría mínima que les obligará a negociar, dialogar y contar con... pues eso, ya imaginan con quién.

2 comentarios:

javi dijo...

Pues sí...

Sobre Z ( de Zorglub):

-NO es culpable del abrazo del oso entre el Gran Capital transnacional y los amos de la granja de esclavos china. Ni de la subsiguiente necesidad de seguir manteniendo la ficción de una producción occidental en Occidente via créditos baratos. Hace décadas que se viene formando una crisis del trabajo por via de la automatización, si a eso le unes que el curre que queda se hace en China, pues...

-SÍ de no haber reaccionado a tiempo para protegernos un poquito, que no es lo mismo deber 50.000 que 100.000, no es lo mismo... Ya lo dije aquí: en la oposición habló de que la economía del ladrillo era insostenible, en el año 2003... Y llegó al Gobierno, y no hizo nada lo que se dice nada por pinchar la burbuja y acabar con su falso efecto euforizante de nadar en la abundancia (efecto éste responsable de que durante los dos primeros años de crisis tirase de chequera como el que dice 'aquí no pasa nada', agrandando así más la deuda total)-...

Un detalle: mis amigos funcionarios nunca viajaron tanto como el año pasado... La crisis del mercado, con su bajada de precios, sus ofertas, les vino de narices para permitirse gastos que de otra manera hubiesen dejado pasar... Y ahí está reflejado en pequeño, a mi modo de ver, otra de las claves: la percepción distorsionada que desde la función pública, merced a sus mecanismos de autoprotección, se ha tenido durante dos años del marrón en el que estábamos metidos...

Perdón por el rollo. Un saludo.

kanishk dijo...

Gran Capital transnacional y los amos de la granja de esclavos china.
Adsense Alternative