jueves, 12 de agosto de 2010

breviario con links



El calor casi parece que empieza a remitir. Despacio, despacio. Esta noche ya he podido dormir un poquito más y más de seguido: con sueños sincopados, de esos que mezclan gentes y lugares que no se corresponden.


La tarde ha sido también lenta. Hasta me ha dado tiempo a leer a ráfagas: un libro de Jonathan Lethem que, de nuevo, me ha sorprendido por la fluidez y la capacidad de provocar adicción.


He visto algunas cosas estos días: la primera entrega de Sherlock, una serie británica que actualiza a los personajes de Conan Doyle, y la última película del gran Jeunet, que es una joya fantástica y delicada de humor blanco y slapstick afrancesado. Y he leído algunas cosas, también: el último Eddie Campbell, sobre un texto de su cómplice Daren White, que me ha gustado mucho (a ver, a mí es que cada día me gusta más lo que hace Campbell); El despertar de Heisemberg, de Gisbert y Auladell, cuyas ilustraciones brillan con luz propia (intrigantes, llenas de texturas, hipnóticas) y eclipsan un relato, la verdad, muy previsible.


Por lo demás, qué les voy a contar... que todo va. Despacio, pero va.

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